Estoy buscando a una niña, no se quién
es.
Tiene la cara y el cuerpo de varias de
mis amigas.
Despierto soñando en un campo de
batalla.
Despierto en el mar, estoy en una
guerra.
Despierto corriendo hacia otra
habitación, hay una araña gigante que me persigue.
La casa no tiene pies ni cabeza. Las
escaleras no van a ningún lugar.
Los cuartos no guardan proporción con
nada. Las habitaciones se colapsan en constricción, como música de fondo. Es una casa imposible.
Acorralado desenfundo mi gorda pistola
y disparo algunas veces.
La araña roja, casi morada, corre
hacia mi indiferente a los tiros.
De repente dudo de la suficiencia de
la munición y automáticamente mi arma deja de disparar. Se derrite en mis manos
la inútil.
Yo sigo corriendo y salto del balcón
hacía lo desconocido.
Hacia los prísmas basálticos. Por los
que caigo y caigo y caigo y termino cayendo sobresaltado en mi cuerpo que se
hiergue en mi cama con toda la fuerza de la gravedad de mi sueño.
Tomo aire impresionado.
Por un momento siento el alivio de un
humano que ha eludido a la muerte. Durante un instante estuvo demasiado cerca,
y al siguiente a mundos de distancia.
Me digo a mi mismo "Alí, solo ha sido un sueño". Aun hablando solo en mi cabeza.
Tomo aire y me desplomo en la cama.
Y pienso en el otro Alí.
El otro yo, el que viviría las
consecuencias del escenario del que escapé.
Pienso en el día en el que sea a mi a
quien le pase.
A este Alí, de este lado del mundo.
El día en que me encuentre frente a la
muerte y me diga solo es un sueño, justo un momento antes de ser devorado por
las circunstancias.
Los diversos monstruos de la vida, los
cuales se llevaron al otro Alí al olvido, los siempre cambiantes de cara que se
llevaron al otro yo, de otro mundo, de otra realidad. Justo un momento después
de que nos separáramos. De que dejáramos de ser el mismo.
Justo en el momento en el que él se
dio cuenta que eso no era un sueño.
Superposición de los sueños.
Self
contained.