miércoles, 25 de julio de 2012

Superposición de los sueños


Estoy buscando a una niña, no se quién es.
Tiene la cara y el cuerpo de varias de mis amigas.
Despierto soñando en un campo de batalla.
Despierto en el mar, estoy en una guerra.
Despierto corriendo hacia otra habitación, hay una araña gigante que me persigue.
La casa no tiene pies ni cabeza. Las escaleras no van a ningún lugar.
Los cuartos no guardan proporción con nada. Las habitaciones se colapsan en constricción, como música de fondo.  Es una casa imposible.
Acorralado desenfundo mi gorda pistola y disparo algunas veces.
La araña roja, casi morada, corre hacia mi indiferente a los tiros.
De repente dudo de la suficiencia de la munición y automáticamente mi arma deja de disparar. Se derrite en mis manos la inútil.
Yo sigo corriendo y salto del balcón hacía lo desconocido.
Hacia los prísmas basálticos. Por los que caigo y caigo y caigo y termino cayendo sobresaltado en mi cuerpo que se hiergue en mi cama con toda la fuerza de la gravedad de mi sueño.
Tomo aire impresionado.
Por un momento siento el alivio de un humano que ha eludido a la muerte. Durante un instante estuvo demasiado cerca, y al siguiente a mundos de distancia.

Me digo a mi mismo "Alí, solo ha sido un sueño". Aun hablando solo en mi cabeza.
Tomo aire y me desplomo en la cama.

Y pienso en el otro Alí.
El otro yo, el que viviría las consecuencias del escenario del que escapé.

Pienso en el día en el que sea a mi a quien le pase.
A este Alí, de este lado del mundo.
El día en que me encuentre frente a la muerte y me diga solo es un sueño, justo un momento antes de ser devorado por las circunstancias.

Los diversos monstruos de la vida, los cuales se llevaron al otro Alí al olvido, los siempre cambiantes de cara que se llevaron al otro yo, de otro mundo, de otra realidad. Justo un momento después de que nos separáramos. De que dejáramos de ser el mismo.
Justo en el momento en el que él se dio cuenta que eso no era un sueño.
Superposición de los sueños.

Self contained.