jueves, 16 de abril de 2015

Tuberias Invisibles

Tuberias Invisibles
(Penetrar el espacio electromagnético es cosa seria)


Resulta que cada vez que utilizamos nuestros celulares o computadoras con conexión a "la red", damos ojos y oídos y otras sensibilidades a otra cara de la realidad. Un espacio aparte donde las cosas existen a pesar de que no existan. Un lugar donde la ficción no es ficción y donde por ley metafísica las cosas que pueden ser, son. Todo al mismo tiempo en una pulpa sólida de existencia total e ininteligible. Para comprenderla necesitamos que alguien la vierta como un gotero y cuente cuanto haya que contar, vaciando lentamente el cosmos en gotas tan pequeñas como nuestras pupilas. Un gotero de realidad, un contador universal.

Mucha gente alkímica y taciturna se ha visto atraida al "otro lado", el "unus mundus", el "espiráculum a eternitatis", el "topos uranus" o "la pulpa de existencia total". Cierta luz ha sido asociada, intuiciones de claridad. Claridad rodeada por turbulencia, sí me preguntan a mi; el ojo de un huracán. En realidad ésta es la forma del eter de seducirnos. Esa es la nada llamándonos a ser parte del todo, del todo lo demás. Las visiones de luz, son trucos de la oscuridad para hacer verdad la ficción que repta entre nosotros con máscaras de forma y proporción, pero que se desvanece en el aire si somos capaces de aguantarle la mirada. Es el no-campo de acción, el sueño eterno que está emputado porque lo hemos enjaulado, la nada enlatada, el no-ser con publicidad. Ese que cada día más se desborda de las tuberías invisibles que le otorgamos magnanimamente. Dejando hoyos de gusano chapopotosos aquí y allá donde gotea.

De sus charcos brotan las criaturas y los milagros que a veces las cámaras logran captar. Regresándolos instantaneamente a su lugar, de la misma manera que no se puede asir lo inefable, por el mismo principio de inderterminación que cela con pudor al átomo, con las mismas reglas que hacen que olvides tus sueños y tus más reveladoras epifanías. Ironía es la palabra favorita de dios, es su sentido del humor y su pan de cada día.

Los hoyos aparecen porque ya no hay un solo lugar oscuro en el mapa. Hemos exterminado a los fantasmas, hemos descubierto todo, hemos aplastados los lugares donde el tiempo era un lago y no un río y ahora el río entubado se escurre por las grietas de nuestras cuestionables tuberías y falsos muros. Porque no podemos controlar el río del tiempo, tanto como no podemos controlar el agua. Al menos no para siempre, él y ella siempre buscan correr. Ahora necesitamos al contador universal que se ha ido, que ha dejado al agua y al tiempo salvajes para venir a reclamar su territorio perdido. ¡Cuidado! que vienen con los fantasmas de los fantasmas que murieron al invadirlo.

Orbis et orbi.






Me encuentro completamente triste y me encuentro completamente feliz. Me encuentro catatónico de los sentimientos. Me encuentro perdido. Me encuentro flotando en una marea indescriptible. El cosquilleo elemental en mi cabeza, el entumecimiento del miedo. Estoy así, estancado entre el valer verga y ser una llamarada de vida. Los encuentros con la muerte avasallan pero tranquilizan. No sé qué siento, nunca lo había sentido. El dónde y cuando nunca habían sido tan inofensivos y la interpretación nunca tan innecesaria. El tiempo se detuvo y ahora vivimos en la nada, de sobra. Qué tranquilidad.